¿Las PYMES pueden aplicar estrategias de marketing sensorial o sólo las empresas grandes? Mis clientes me lo preguntan mucho; y mi respuesta siempre es la siguiente: “el marketing sensorial es para todos”.
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Cuidado con los aromas desagradables
No se necesitan grandes presupuestos para llevar a cabo estrategias de marketing sensorial, sólo buenas ideas y una correcta implementación de las mismas. Como ejemplo tenemos un caso que siempre me gusta mencionar en mis
conferencias. Si queremos ir a comer un fin de semana y tenemos que decidir entre dos restaurantes que venden exactamente el mismo tipo de comida, ¿a cual vamos? Seguramente optamos por ir al que se encuentra mas cerca de nuestra casa, en el que nos atienden mejor, en el que nos llaman por nuestro nombre, en el que nos dan una mejor mesa, en el que la comida es más rica, en el que tocan la música que nos agrada, y un largo etcétera. Cuando todas estas cosas se repiten cada vez que vamos al restaurante, se esta creando una estrategia de marketing experencial y se están utilizando los cinco sentidos para lograrlo. Lo malo es que muchos dueños o encargados de pequeños negocios no lo saben, pero la música, sabores, texturas, colores y aromas son parte de la estrategia experencial y venden. Bernd Schmitt los llama Expros (Experience providers), es decir, cualquier elemento que percibamos por medio de alguno de los cinco sentidos y que le ayude a la marca o negocio a crear una experiencia.
Los flyers, carteles y animadores en el punto de venta, si bien son recursos baratos, muy difícilmente llegan a funcionar. Lo nuevo son aromas en el punto de venta que nos hacen recordar una marca, empaques agradables al tacto y a la vista que nos invitan a tomar el producto con nuestras manos, música ambiental que provoca que bailemos o nos relajemos mientras hacemos nuestras compras y espacios cómodos que logran que no queramos salir de la tienda.
Pero el marketing sensorial no sólo se aplica en el punto de venta, también lo podemos aplicar en activaciones y en el producto mismo. La imaginación y la creatividad son el límite.
