Las políticas organizacionales de la Responsabilidad Social Empresarial, se han convertido en una obligación corporativa más que una responsabilidad, es una carga “necesaria” usada para la reducción de impuestos, pero que muchas veces no hay un verdadero discurso soportado con la realidad social, y por lo tanto, se cree que la responsabilidad social empresarial es incorporar a las madres cabeza de familia a su estructura organizacional y con ello, se logra un cumplimiento permanente de la responsabilidad social, llegando al cumplimiento mínimo de las exigencias legales.
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Así, se genera un desgaste del concepto de Responsabilidad Social Empresarial, quedando completamente relegado al mero cumplimiento; y a veces es tan complejo, que se logra la implicación de estrategias para que sea el cliente final el que incurra con ese “gasto”, llegando a configurar una red en función de este discurso implícito: “el cliente final paga mi estrategia de RSE, yo me beneficio con los impuestos”.
Sin embargo, a hoy, es necesario hacer un pare y cuestionarse sobre la funcionalidad de las estrategias que se aplican en la compañías, en tanto, no están ejerciendo, ni cumpliendo un encaje con la situación social, con esa realidad, en la cual ésta inmersa la organización.
En tal sentido, y comprendiendo que es necesario articular la estrategia de RSE con un beneficio real para la organización, se debe buscar estrategias que permitan construir un panorama más favorecedor en términos de responsabilidad, como mecanismo real de intervención, como compromiso con el entorno donde se habita.
Y aunque esta reflexión se queda corta sobre lo que se puede hacer para incorporar en el discurso a la responsabilidad social, aquí se plantean dos ítems que permitirán el engranaje:
1. Favorezca su reputación de marca: aproveche las estrategias de responsabilidad social para tener influencia en la recordación de marca, fortificándolas a través de un impacto comunitario real, capaz de orientar el fortalecimiento de la estructura social.
Así establezca una estrategia de comunicaciones para convertir todas sus acciones en noticias corporativas, que apelen a la reputación.
2. Vincule la estrategia de responsabilidad social con un discurso diferenciador: cuando los impactos de la estrategia planteada por la organización para la responsabilidad social, no se conecta con el discurso emocional del producto, no se puede determinar cuál es la diferencia entre un producto u otro aunque se tenga distinta marca, cayendo en la generación de productos commodity, así es como la responsabilidad social, se logra configurar como una estrategia sana para agregar un concepto diferenciador, basado en beneficios reales para la comunidad, que logran vincular al cliente en este mismo contexto de responsabilidad con el entorno.
