Esta semana se realizará en Baja California una nueva edición de la emblemática Baja 1000, una de las carreras todoterreno más antigua y longeva a nivel mundial. El primer antecedente de esta competencia fue en 1962, cuando los estadounidenses Walt Fulton, Dave Ekins y Billy Robertson Jr, recorrieron en motocicleta desde Tijuana hasta La Paz por un camino trazado en el desierto con un total de 950 millas (1,530 km). Para poder comprobar los tiempos y darle certeza a la medición de los mismos, los pilotos sellaban una forma especial en las oficinas de telégrafos que iban encontrando por la ruta, lo que con el paso del tiempo evolucionó a los check points. En esa ocasión el registro final fue de 39 horas con 56 minutos.
Cuando la información de este suceso se difundió entre los amantes del motociclismo y la adrenalina, decenas de corredores comenzaron a intentar reducir el tiempo de este desafiante recorrido. Fue hasta abril de 1967 cuando Ted Mangels y Bruce Meyers se aventuraron en un vehículo de cuatro ruedas, un prototipo de Side by Side, que gracias a su mayor potencia logró detener el reloj en 34 horas y 45 minutos, superando el récord del primer evento por más de cinco horas. Hacía el final del mismo año, se llevó a cabo por primera ocasión la “Mexican 1000” con un trazo de 849 millas (1366 km) con el tiempo ganador general de 27 horas 38 minutos. Actualmente los participantes más rápidos cronometran alrededor de 20 horas.
En casi medio siglo de Baja 1000, el evento ha ido más allá de los caminos y la terracería incluso llegando a la gran pantalla. A principio de los 80s se estrenó la cinta Timerider, conocida en español como El Jinete del Tiempo, dirigida por William Dear y protagonizada por Fred Ward quien interpreta a Lyle Swann, un motociclista destacado que se encuentra compitiendo en la Baja 1000, cuando se extravía de la ruta y termina en medio de experimentos del gobierno que lo envían al “viejo Oeste” en la década de 1870.
Hoy por hoy Baja 1000 es parte del serial Score International, campeonato que consiste en cuatro fechas esparcidas durante el año y que son conformadas por diferentes distancias 250, 400, 500 y 1000 millas respectivamente, la experiencia de este evento no sólo atrapa a los entusiastas del deporte motor, si no a todo el público en general. Varias marcas del sector off road aprovechan la cobertura mediática y la asistencia de turistas a la contingencia organizada en la zona costera de Ensenada, para promocionar sus productos y servicios y no es para menos, durante la Baja 400 realizada en septiembre, la derrama económica del evento fue de poco más de 12 millones de dólares, para este fin de semana se espera una cifra similar, además de que la ocupación hotelera supere el 90 por ciento de su capacidad.
Este año es muy especial ya que el equipo mexicano LPZ Racing, un equipo cien por ciento familiar basado en Mexicali llegará a la última fecha de la campaña con grandes posibilidades de obtener la victoria general en su categoría. Esperamos que Aníbal Lopez piloto de esta escuadra tenga una gran competencia y pueda lograr que ese trofeo se quede en nuestro país. Otros dos equipos connacionales que forman parte del Polaris México Racing Team y tendrán participación. Son el Copyfast Racing representado por Fernanda Montiel, quien con sólo 21 años de edad estará viviendo su debut en una Baja 1000, además desde Guadalajara el Nagual Racing, buscará colarse entre las primeras posiciones. Habrá que estar muy atentos a los resultados.
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