Por:Â Pablo Mercado
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¿Se imaginan despertar un día sin diferenciar los sabores de los alimentos y bebidas? Eso precisamente es lo que sucede en la película Perfect Sense dirigida por David Mackenzie. En dicha película surge una epidemia a nivel global que ocasiona que las personas vayan perdiendo cada uno de sus sentidos. Lo que me dejo pensando, cuando te quedas sin vista te llaman ciego, cuando te quedas sin oído te llaman sordo, ¿pero qué pasa cuando te quedas sin tacto, olfato o gusto? ¿Por qué no tienen un nombre estas enfermedades? ¿O acaso es que estos 3 sentidos no son tan importantes como la vista y el oído?
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¿Cómo se siente tu marca?
El gusto es uno de los sentidos que muchas marcas de consumo saben explotar, sin embargo, existen muchas otras que lo descuidan demasiado. Creo que no se han puesto a pensar que el gusto es un sentido tan poderoso que logra que una marca sea reconocida aún sin logotipo, colores, sonidos o slogan.
El gusto esta directamente relacionado con la mayoría de los sentidos, ya que para que el ser humano sea capaz de percibir todos los sabores intervienen varios estímulos, como lo son la textura, temperatura y el olor de los alimentos.
El conjunto de todos estos estímulos crea la experiencia de marca. Cuando seleccionamos un producto de consumo no sólo nos fijamos en el sabor, si no en todos los elementos que lo rodean, como son el empaque, el aroma, el sonido al destapar el empaque, el sonido al morder el alimento, etc.
Cuando tomamos la decisión de acudir a un restaurante, no sólo nos fijamos en el sabor de los alimentos, normalmente elegimos en el que nos atienden mejor, el que esta mas cerca de nuestra casa u oficina, en el que nos reciben por nuestro nombre y saben cuales son nuestros platillos favoritos, en el que nos traen la cuenta más rápido, y todo un conjunto de situaciones que cuando se repiten una y otra vez forman parte de la estrategia experiencial. De hecho hay muchas personas que aseguran que en la mayoría de las franquicias de alimentos, los sabores son diferentes entre una sucursal y otra. Cuando en realidad esto es poco probable, ya que utilizan exactamente la misma receta, exactamente los mismos insumos y exactamente los mismos electrodomésticos para la preparación.
Así seamos una pequeña taquería de la esquina o una cadena de restaurantes multinacional, lo que tenemos que hacer es utilizar la mayor cantidad de sentidos posibles para transformar a la marca en una experiencia única, una experiencia que se convierta en una historia y una historia que sea lo más emocionante posible.