Intentaré aquí explicar por qué es importante contener reglas en todo. Sí, yo que amo el caos y el desorden, que admiro y que me considero un agente generador del caos. Que soy un agente ejecutor del fin del mundo. Ese que enciende el cerillo a la estopa y se sienta con unas palomitas a disfrutar cómo se enciende el fin del mundo.
Así soy, pero con ciertas experiencias he estado asumiendo que no todo tiene que ser caos. La regla es un instrumento colectivo para cumplirse en colectividad y como una convención, ósea cuando están de acuerdo todos para proteger a la comunidad o a la misma tribu.
Esto surgió cuando el hombre comenzó a socializar a formar colectivos. Imagínense si no se hacían reglas, en el clan o la tribu, todos comenzaban a copular entre sí a ya violar o copular con las mujeres de otros. Esto ocasionaría que el clan o la tribu se desintegre por conflictos internos. Si nos existen reglas en las sociedades o la comunidad, el caos genera retroceso y este conflicto hace que peligre la evolución y el progreso. Es por esto que Segismundo Freud tenía mucha razón: La regla nos protege.
Ahora, cómo aplicamos esto a la comunicación, las relaciones públicas y la mercadotecnia. Muy fácil. Todo se resume a un equilibrio entre contener la espontaneidad del caos, la creatividad, la divinidad de las ideas con la estructura de la regla que protege y blinda lo que se debe de cumplir de la marca y de los intereses de la comunidad del todos, de los dineros y d ellos intereses de las emociones y de que todos tenemos una visión del orden con claridad hacia el destino.
Lo que me refiero es a delinear y diseñar una estrategia creativa que contenga un equilibrio entre creatividad, congruencia y reglas que contengan a todos los que son comunidad del mismo proyecto. Por ejemplo, en un evento o experiencia creativa, es imprescindible que exista una narrativa o un relato interesante que cuente algo, pero el mismo tiempo instrucciones o reglas del juego que definan cómo se juegan las cosas y cómo se definan a los ganadores y perdedores para hacerse el menos daño posible.
Las reglas de la comunicación perfecta
Sin cuento, anécdota o relato interesante ni gastes tu dinero
Se trata de que comunique a la audiencia no que te guste a ti
Una experiencia es única si es divertida, casual y auténtica
El dinero no es poder, es una herramienta de cambio con intercambio. No te la creas demasiado.
Las marcas tienen sus propias reglas orgánicas porque están vivas en cada uno de sus clientes
Un cliente contento es una célula viva de cada marca
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