Las marcas y tiendas están enfocadas en realizar diferentes acciones con la intención de generar más ventas, llegar a más consumidores y mantener su nivel.
Las promociones son uno de los métodos más exitosos para que los clientes aprovechen precios especiales en tanto que se familiarizan con las marcas y los puntos de venta.
Bases de las promociones
Entre las bases que definen una buena estrategia de promoción destacan las siguientes:
- Enfocarse en la reputación de la marca. Las promociones son una excelente opción para generar resultados positivos a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo no se fortalece del todo la reputación de la marca, ni se incrementan la lealtad de los clientes. Una promoción no va a hablar de la marca o tienda, sino del anhelo de esperar mayor afluencia de consumidores.
- Evitar que la atención recaiga en el precio. También hay que considerar que las promociones son un medio para evitar que se cambien de marca. Las empresas y marcas tienen que lanzar estas acciones dentro de límites razonables, ni mucho ni poco.
- Se requieren otras campañas complementarias. El posicionamiento de marca no se justifica con promociones. La imagen que el cliente tiene de la marca requiere de continuidad además de sostenerse en valores de peso, calidad de productos o servicios, la atención de clientes, y otras acciones complementarias que generan confianza, brindan experiencias de compra y otras ventajas.
- Dejar en claro cuál es la vigencia de la promoción. No se puede alargar tanto esta estrategia pues se da la impresión de que no es funcional y se trata sólo de un gancho. No hay que olvidar que hay que mantener la credibilidad de los clientes.
Con estas bases, se podrá desarrollar con éxito las tácticas promocionales y se reducirán las malas experiencias con esta dinámica. Por otro lado, crecerá la confianza en las marcas y tiendas.
