El pasado 26 de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que los estados no pueden prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo por considerar éste como un derecho fundamental protegido por la Constitución, esta medida fue aplaudida por muchas marcas, entre ellas grandes retailers de comida rápida, como McDonald’s y Burger King, sin embargo hay otros que se opusieron a esta decisión entre ellos, Chick-fil-A.
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Este retailer que se caracteriza por especializarse en platillos basados en pollo, ha mostrado su rechazo al matrimonio homosexual, señalando que sus valores tradicionales están apegados a preservar el concepto de familia formada por un hombre, una mujer y sus hijos.
“La compañía apoya mucho la definición de familia que hace la Biblia. Nuestros restaurantes son conducidos generalmente por familias. Sólo queremos hacer todo lo posible para fortalecer a las familias”, declaró Dan Cathy, CEO del retailer.
Estas declaraciones le valieron un sin fin de criticas por parte de activistas homosexuales, que incluso organizaron una protesta de besos de parejas gays afuera de sus puntos de venta.
Sin embargo, la compañía está buscando erradicar sus valores tradicionales, pues planea expandirse a ciudades como Nueva York y otras grandes ciudades en donde los shoppers están a favor de los derechos de personas homosexuales.
Esta medida la están aplicando también ya que muchas agencias de publicidad no quieren relacionarse con retailers conservadores, pues su trabajos pueden ser tachados de racistas y discriminadores.
Se estima que en Estados Unidos hay alrededor de 650 mil parejas homosexuales, de las cuales 125 mil están criando hijos, por ello, esta decisión de la Corte es un paso histórico para los derechos civiles de todas las personas sin importar su preferencia sexual.
