Amnistía Internacional lanzó una campaña outdoor en la que involucra de manera sutil a los espectadores de su material promocional cuya intención es concientizar sobre la necesidad de detener la violencia hacia las personas por parte de las autoridades.
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La agencia KIKKUT/BKRMN es quien está detrás de esta campaña gráfica de Amnistía Internacional que se compone de impresos y de dos mupis instalados en las calles de Noruega en los cuales los espectadores fungen como intermediarios entre los policías que abusan de las personas antes de detenerlas.
Gracias a su composición, cuando el espectador se para enfrente del mupi parece interceder a favor de la víctima. Así que sin necesidad de hacer uso de la tecnología se logró interactuar con el target para invitarlo a realmente ser parte del cese a la violencia en contra de las personas detenidas.
Con este material promocional se comprueba que los mupis y en general las campañas de marketing outdoor aun pueden ser efectivos aunque sean estáticos.
