Ya estamos en semana santa y alrededor de estas fechas hay algunos cambios de hábitos de los hogares, especialmente relacionados con la comida.
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Hicimos este mes una encuesta para ver cómo van a cambiar los hogares su consumo de alimentos en esta semana santa y encontramos que sí hay un cambio en la dieta en el 64% de los hogares mexicanos (el otro 36% nos declaró que no hacía cambios importantes en su dieta alimenticia). El principal es que, el 32% de los hogares, mencionan que en estos días consumirán más pescado. Para ver qué pasa habitualmente al respecto vimos que en 2014 incrementó el número de hogares que consumen atún también en estas fechas.
En un año, un 95% de los hogares consumen atún, en promedio se compran 9.5 veces al año. Un hogar promedio consume 3.6 kilos en un año. No es mucho, realmente es una lata al mes en promedio. Otro punto interesante es que el consumo de este producto tiene un área de oportunidad en los hogares con niños.
También el 10% de los hogares nos declararon que consumirán más verduras. Un 5% también declara que comerán más mariscos en estas fechas. Parece entonces que en estos días los mexicanos nos disponemos a comer un poco más “sano”.
¿Serán productos solo para estos días? Claramente no. Todos estos productos tienen una enorme oportunidad para impulsar su consumo en todo el año. El mexicano es mucho más consumidor de carnes rojas, pollo y carnes de cerdo que de pescado y mariscos.
Seguramente estos productos pueden aprovechar estos días donde el shopper muestra una mayor predisposición a su compra, para impulsar la misma el resto del año. Hay interés por parte del 57% de las mamás de que sus hijos incrementen su consumo de pescado y mariscos.
Estas iniciativas podrían enfocarse en lo sabroso de estos productos, en lo nutritivo que son, que se puede consumir de distintas formas y ofrecer recetas sencillas y prácticas para atraer a más consumidores, resaltando especialmente el beneficio para los más pequeños…si la industria los cautiva hoy, serán compradores mañana.
Esta semana entonces se abre una gran oportunidad para la industria de pescados y mariscos. Las personas están más dispuestas a comprar estos productos y deben aprovechar este momento para cautivar a los compradores para el resto del año. Una buena ecuación de valor es crítica y seguramente en este punto la industria tiene un gran trabajo todavía. ¿Por qué la gente debe invertir en esta industria? ¿Está bien que pague precios más caros por estos productos versus lo que paga por carne o pollo? ¿Deben subir sus precios en estos días afectando la percepción de precio que la gente tendrá de los mismos el resto del año?…algunas de las preguntas que la industria debe responder para conseguir un consumo mayor y constante de pescados y mariscos en los mexicanos.
