Ciudad de México.- Parte de la Reforma propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto en materia hacendaria contempla más impuestos para el refresco. Específicamente 1 peso por cada litro con el fin de recaudar 18 mil millones de pesos al año.
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Uno de los argumentos principales del gobierno federal es que el refresco es una de las principales causas de obesidad en el país, de manera que aumentando su precio pueda moderarse el consumo.
Ante esta disposición la Industria Refresquera Mexicana ha levantado la voz y expuesto 10 argumentos que rechazan los impuestos:
1.- La obesidad es un problema factorial que debe solucionarse en colaboración no en confrontación.
2.- La industria asegura que los refrescos no son responsables de la obesidad pues sólo representan el 5.5% de la ingesta calórica de un mexicano promedio.
3.- El impuesto al refresco provocaría que la gente deje de comprarlos y comience a consumir productos con poca o nula regulación.
4.- En los últimos años el consumo de refresco aumentó 10%, mientras que la obesidad más de 100%.
5.- Dinamarca tuvo un impuesto como el que se discute actualmente y ahora lo está derogando porque no ha impactado en la conducta alimentaria como se esperaba.
6.- El precio del refresco aumentará entre 15 y 20% si la reforma se aprueba, el consumidor pagaría 33 centavos por cada peso de impuesto.
7.- Un impuesto adicional al refresco afectaría 14 veces más al ingreso real de los hogares más pobres, que son los que más consumen.
8.- Esta medidas podrían en riesgo más de 3.5 millones de empleos y afectarían a más de un millón de pequeños comerciantes.
9.- Nada nos garantiza que el dinero recaudado de verdad sirva para el combate de la obesidad.
10.- La educación es la mejor forma de prevenir, frenar y combatir el problema de la obesidad.
Todas las razones olvidan una última reflexión, el gobierno no quiere frenar el consumo de refresco, únicamente pretende obtener más dinero a través de uno de los productos más adquiridos en México.
Actualmente se consumen 18 mil millones de litros de refresco en el país, si el gobierno quiere reducir su ingesta ¿por qué espera recibir 18 mil millones de pesos? Esto quiere decir que pretende mantener el mismo ritmo de compra. Un doble discurso de las autoridades federales sostenido en un débil argumento.
