El slogan de una marca o compañía es uno de los pilares más importantes de la conexión con la audiencia.
Se trata de uno de los elementos fundamentales para que el público tenga presente el concepto o mensaje que dicha marca busque que asocie con la misma.
Ciertamente, el arte de crear un slogan no tiene recetas mágicas, pero estas claves ayudarán a alcanzar la meta de la permanencia y la inmortalidad de una frase original.
Debe ser corto
Uno de los aspectos más obvios, pero no por ello menos importante, es que un slogan debe ser breve. La razón lógica es que, entre más corta sea la frase, más fácil le será al comprador recordarla y que permanezca en su memoria.
Destacar una virtud
No sólo se trata de crear algo memorable, sino además que sea representativo para la marca o compañía y la diferencie de los demás. Un slogan suele ser la primera impresión de un consumidor ante un producto, por lo que es importante que éste conlleve lo que queremos destacar.
El compromiso de la compañía
Aunque el producto que se ofrezca no sea único dentro del mercado, la compañía debe tratar de distinguirse entre sus competidores con un mensaje de compromiso en torno al servicio y a la calidad que prometan brindar al consumidor.
Ritmo
Escribir un buen slogan puede ser tan truculento como componer una canción, por lo menos desde un punto de vista rítmico. Es necesario que el slogan de más de una palabra tenga un ritmo que lo haga fluido y, por ende, agradable de leer y escribir.
Ser honesto
Aunque crear un slogan puede ser una tarea de mucha emoción, es importante mantener un enfoque en la idea que se busca transmitir al cliente mediante el mismo. La frase que la marca o compañía elija debe ser honesta y reflejar un aspecto real de las mismas.