Primero explicaré qué es para mi la cuarta pared digital. Como en el teatro, la cuarta pared es la pared invisible que está frente al escenario de un teatro. Los que aparentemente no son tomados en cuenta, pero que detonan o no cualquier espectáculo: los espectadores.
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La cuarta pared digital somos los usuarios de la redes sociales que detonamos todos los días contenidos que aprobamos o desaprobamos. Por ello, siento mucha lástima de todos los personajes públicos que han sido víctimas de sus arrogancias para destacar sus errores y monstruos internos.
¿Qué estos líderes de opinión, políticos, actores, empresarios, etcétera, no caen en cuenta del momento en que vivimos? ¿Cuántas ladys o gentleman’s más van a caer? Pues si caen otra vez serán víctimas de su personalidad y de sus sombras, pero también de su inconsciencia de actos y responsabilidad personal.
Serán los nuevos ignorantes de la cuarta pared digital, de sus redes sociales y de lo que venga. Existe ya una cuarta pared construida por nosotros mismos todos los días y que se fortalece, de la que nadie más ya se libra. Y si seguimos sin notarla nos estallará tarde o temprano en la cara y en nuestra imagen.
