Por:Â Paco Santamaría
Correo:[email protected]
Twitter:Â @pacosantamaria
Hoy no les escribo a ustedes. Le escribo a esos fantasmas que muchas veces no nos dejan hacer las cosas que tanto nos gustan, a esos fantasmas que se desvanecen y aparecen de cuando en cuando para perturbarnos las ideas y espantarnos la buena fortuna. Esa buena fortuna que no nos permite ser felices y menos ser felices con lo que hacemos.
Más de Paco Santamaría:
Nadie puede contener la guerrilla: Es más fácil de lo que parece
Mi voto por un buen ron y una buena idea. Los Pop-up restaurants
Hoy una personita importante en mi vida me ayudó a espantarlos, ¿Y cómo los espantamos? ¿Cómo los alejamos? Haciendo, creando y trabajando con enfoque. Los sacudimos muy rápido, avanzando y creando. Creyendo en nuestra ideas y viviendo intensamente.
Los fantasmas que se apoderan de nosotros aparecen de muchas formas. Como deudas, presión social, culpas y disfrazándose del pasado que nos reclama nuestros errores, ese pasado que nos reclama con fracasos que no podemos avanzar. Hoy empecemos como si no existiera el pasado y usemos ese miedo que nos provocan esos fantasmas para reírnos de ellos. Para crear con carcajadas métodos para espantarlos.
Siempre aparecen cuando estamos a punto de entrar a un reto o desafío. Es en ese momento, cuando estamos a punto de flaquear, que debemos sacudir nuestras ideas y sacudir el balance, lo establecido y empezar a crear de cero todos los días. Esos espectros siempre van a estar ahí y cumplen con una función importante: Generar miedo que es el alimento del fracaso o del valor que lo vence.
Utilicen con viento a favor el miedo, que es gasolina para enfrentarlos y seguir adelante todos los días. El miedo nos acompaña siempre porque el miedo nos detiene sólo si nosotros lo permitimos. Salgan allá afuera y hagan amigos a esos fantasmas.