Las tiendas físicas se mantienen como uno de los puntos de contacto con el consumidor más importantes para las marcas, pues es en estos sitios donde casi 90 por ciento de los compradores toman su decisión de compra, de acuerdo con Lorena Sánchez, directora general de la agencia MP Marketing Group. Ante tal escenario, es fundamental que se realicen diversas acciones que impulsen la visibilidad y presencia de fabricantes en anaquel, como es el caso del uso de material POP.
Y es que ante la competencia dentro de cada departamento y categoría, es básico que los proveedores implementen estrategias de marketing que les permitan ganar terreno y así logren que los clientes los coloquen en el carrito de compra.
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En 2018, de los 55,291 millones de pesos invertidos en Below The Line en México, 1.8 por ciento se destinó a material POP.
¿Qué podría poner en jaque esta acción de marketing?
Como se ha mencionado en otras ocasiones, el Point Of Purchase es un recurso importante al interior de un punto de venta, pues ayuda a que una marca gane visibilidad frente a los competidores, contribuye en la ubicación de un producto, brinda cierta información del fabricante y stock, e incluso comunica novedades en el producto o promociones.
Sin embargo, es necesario que este tipo de material cuenta con ciertas características que realmente garanticen su efectividad.
Maria Fernanda Loyo, gerente de Marketing de Concha y Toro México, explicó en entrevista para InformaBTL que, antes incluso de elegir el formato del material, es clave contar con un buen brief, ya que a través de este documento se plasma información sustancial para que la agencia desarrolle una propuesta apegada a los objetivos y resultados que espera.
Otro punto básico es colocar solo el texto e imágenes necesarios, de lo contrario, saturar una pieza de POP con letras e ilustraciones afectaría su efectividad, pues sería una pieza poco atendida, pero sobre todo poco inteligible.
No elegir el formato correcto o más conveniente es otro problema que podría resultar perjudicial para la marca, pues lejos de favorecer su visibilidad la disminuiría y, en consecuencia, no sería atendido por el shopper.
Y un último factor es la carencia de elementos de diseño esenciales, es decir, no colocar en una posición privilegiada el logotipo e imagen del producto, no destacar algún datos relevante, omitir los colores de la marca o mercancía, entre otros.
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