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Hasta el último reporte presentado por Facebook se mencionó que WhatsApp ya había superado la barrera de los 2,000 millones de usuarios activos.
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Una de sus competencias que más ha crecido en los últimos años, Telegram, apenas ha logrado hacerse con 400 millones de usuarios, según Data Reportal.
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Según datos de Statista, la población mundial que hace uso de las redes sociales a través de sus dispositivos móviles llegó a los 3.76 mil millones.
Una de las empresas más polémicas de los últimos años es NSO Group, la cual se ha hecho popular particularmente por uno de sus programas utilizados para el espionaje: Pegasus, el cual fue utilizado por el gobierno en México para seguir las actividades tanto de activistas como de periodistas, información que fue dada a conocer desde el 2017. Este tipo de usos que se le ha dado al software le han ganado varias demandas a la compañía, entre ellas la que ha sostenido con Facebook, empresa dueña de WhatsApp.
De hecho, se han presentado nuevas denuncias contra NSO Group, esta vez por parte de WhatApp, que ha mencionado que intentó ser hackeada al menos en 700 ocasiones por medio de la tecnología de espionaje de la compañía israelí. Es importante mencionar que se cree que parte de estos ataques pudieron afectar a 1,400 usuarios de la red sociales en 20 países distintos, entre los que se encontraría Jeff Bezos, CEO de Amazon.
Sin embargo, WhatsApp presentó una declaración que puede meter en problemas a NSO Group: los ataques, los cuales habría sido realizado primero en mayo y posteriormente en abril, habrían sido realizados en primera instancia desde un servidor en Los Ángeles, California, además de que dicho el software espía pudo haber sido utilizado también desde los servidores de Amazon Services Web.
No obstante, ¿por qué las declaraciones de WhatsApp podrían meter en problemas a la empresa israelí? El principal motivo radica en que, según sus políticas de uso, su software sólo podría ser contratado por gobiernos y, en consecuencia, sólo podría operar en las naciones contratistas. Esto no sólo debilita la defensa de la compañía proveniente del medio oriente, sino que también lo coloca como un operador de hackeo en lugar de como un desarrollador programas.
Cabe destacar que entre las riñas legales que han sostenido la empresa NSO Group y la empresa de WhatsApp, la compañía israelí señaló que Facebook intentó comprar parte de las funciones de su software para realizar espionaje.
