McDonald’s es, sin duda alguna, la empresa líder en la industria global del fast food: de acuerdo con datos de Statista, dicha compañía es la más valiosa en su sector en todo el mundo, al haber sido valuada en 130,368 MDD, seguida de otras firmas como Starbucks (45,884 MDD), KFC (17,205 MDD), Subway (17,124 MDD), Domino’s Pizza (9,570 MDD), Pizza Hut (7,580 MDD) y su competidor directo Burger King (7,063 MDD), según datos de Statista. Sin embargo, la reputación de dicha organización se ha visto manchada tras la muerte de dos jóvenes de 18 años en Perú.
Electrocutados por una una falla en una máquina de bebidas que no había sido arreglada, Alexandra Porras y Carlos Campos, quienes trabajaban la madrugada (hora local), en la limpieza del punto de venta, perdieron la vida. Las autoridades han determinado establecer una multa de 250 mil dólares para McDonald’s, debido a que se ha determinado que la empresa ha incurrido en graves infracciones de seguridad, entre las que destaca el no haber informado lo más pronto posible el fallecimiento de los muchachos de 18 y 19 años, según explicó Juan Carlos Requejo, Jefe de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL, por sus siglas).
Los peritos peruanos han dado a conocer que McDonald’s en Perú no cuenta con las condiciones de trabajo adecuadas, ni en lo que refiere propiamente a las instalaciones ni con las máquinas que operaban los trabajadores, para que se pudiera trabajar sin riesgo alguno. De hecho, Juan Carlos Andrade, director general de Arcos Dorados en en país andino, ha comentado que los encargados de dicho centro de consumo conocían que el despachador no funcionaba adecuadamente.
El fallecimiento de los jóvenes en Perú no sólo ha sacado a la luz las condiciones con las que operan, sino que también ha evidenciado el modo precario en el que trabajan: los chicos que fallecieron, quienes llevaban tres meses en el puesto, tenían media jornada, con horarios variables, mientras que su sueldo a penas alcanzaba un dólar con 40 centavos por hora.
