Son muchos los estudios y propuestas vigentes que han planteado que uno de los atributos más importantes de los buenos líderes es la integridad y su congruencia en conjunto de valores y principios, los cuales generan confianza y credibilidad de quienes le rodean.
Cualquier organización necesita el liderazgo más allá de un buen jefe o directivos. Existen actitudes que permiten que los verdaderos líderes conviertan a los equipos de trabajo en equipos de alto desempeño sólidos, con una pasión y compromiso notable.
Un estudio de The Harvard Business Review, encontró que una de las claves más importantes que determinan el éxito de una empresa se encuentra en la capacidad de colaboración entre sus equipos. De tal manera que la cooperación entre cada integrante es fundamental para el correcto funcionamiento de los procesos de la compañía.
Por otro lado, bumeran.com en su informe “Relaciones en el trabajo”, señala que 90 por ciento de los mexicanos considera que la relación jefe y empleado impacta su vida profesional. Según el estudio, las relaciones son fundamentales para mejorar el desempeño laboral, uno de los beneficios de una relación profesional y de amistad, es el incremento de la productividad en el lugar de trabajo, ya que se mejora el clima laboral y además se permite generar un entorno de mayor motivación.
La correcta integración de equipos permite a las empresas asegurar una mayor competitividad y calidad de sus procesos en el desarrollo de sus operaciones, según Accenture.
Entonces, un líder que promueva a través de su comportamiento valores como el respeto, integridad, empatía, autoconocimiento y seguridad logrará influir de manera congruente en sus equipos de trabajo.
Una persona que se esmera en mejorar su conducta a través de los valores sin duda demuestra que su autoridad no es otorgada por el organigrama, sino que su poder es moral ya que no es sólo un jefe sino un líder.
