De acuerdo con datos de Statista, los ingresos de Burger King en lugares como Estados Unidos han mermado considerablemente. En 2014, la cadena de comida rápida generó aproximadamente 1,06 millones de dólares en ingresos, frente a los 1,15 mil millones el año anterior, y esta tendencia continúa.
En este escenario, es claro que Burger King está obligado a innovar y a apostar por estrategias que generen mayor engagement con el target, pues al final de cuentas la empatía con el comensal propicia por default el incremento en ventas de manera automática.
En Israel, por ejemplo, junto a la agencia McCann, Tel Aviv, el rey de las hamburguesas decidió poner contentos a los comensales y llamados godinez. A través de una campaña titulada Whooper Trade in, el fast food retailer intercambió los retos de la comida de los trabajadores israelíes por una suculenta hamburguesa.
La dinámica consistió en invitar a los comensales a que llevaran su tupper con comida a los restaurantes de la cadena y a cambio recibían la hamburguesa para llevar comiendo.
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