2).- Evitar envíos demasiado frecuentes: Un error común en la mayoría de las empresas es ‘quemar’ sus bases de datos a través del envío frecuente de correos a usuarios que no abren los emails. “Se debe utilizar herramientas que permitan identificar quién y cada cuándo abre los emails para ajustar la frecuencia del envío (…); la tasa de apertura se debe mantener entre 30 y 40 por ciento”.