En Francia crearon varias vending machines cuyo propósito no es vender ningún producto sino más bien ofrecer una experiencia a través de historias cortas que sirven para entretener a la gente mientras espera a un amigo en la calle, espera el tren o mientras se encuentra en la fila de una tienda.
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La idea surgió con el objetivo de terminar con la tentación de revisar el teléfono celular mientras las personas se encuentran en sus tiempos muertos, por lo que el país galo decidió lanzar estas máquinas expendedoras de historias cortas que entretuvieran a los transeúntes.
Un número considerable de máquinas ha sido instalado en la ciudad de Grenoble, las cuales cuentan con distintas historias originales totalmente gratuitas para quienes deseen acabar con la adicción al smartphone cuando aparentemente no tienen nada que hacer.
Las historias están impresas en papel similar al de un ticket del supermercado y las personas pueden escoger la que deseen, las cuales se leen en tres o cinco minutos.
El objetivo es que las personas retomen el hábito de la lectura y usen su imaginación en vez de estar conectados a sus teléfonos inteligentes.
