Uno de los objetivos más importantes para decenas de marcas es no solo conocer el comportamiento de sus consumidores, sino ir más allá y anticiparse a sus necesidades y deseos, a fin de seguir relevantes y mantener su preferencia. En este sentido, el intelligent engagement se ha convertido en una herramienta clave para conocer esta y otra información sobre la conducta de compra.
A manera de definición, el intelligent engagement se entiende como aquella aplicación de métodos inteligentes, basados en la nube, que le permiten a una empresa identificar, de manera rápida, el comportamiento del cliente, interpretarlo correctamente y así ofrecer las campañas correctas, así como los servicios y productos relacionados con sus intereses y compras previas, que además habrá de estar personalizados.
De acuerdo con Javier Peñúñuri, director de Ingeniería de Valor para el Sector Retail y Productos de Consumo, el uso de este tipo de herramientas tecnológicas surge ante la necesidad de mejorar la experiencia del cliente, la cual hasta la fecha sigue siendo un reto para los retailers.
Según el experto, este tipo de tecnología lleva a cabo un reconocimiento facial del cliente, así como de su voz, apoyados en cámaras infrarrojas, entre otras herramientas, esto con el propósito de saber qué cuáles son las necesidades puntuales del consumidor en tiempo real y poder definir qué tipo de producto o servicio es el más recomendable.
Aun cuando el reconocimiento facial puede parecer un factor cualitativo que podría arrojar resultados un tanto ambiguos, es un hecho que empresas como los retailers ya apuestan por el intelligent engagement, lo cual ha derivado en una mayor inversión para esta tecnología.
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Datos del estudio Global Facial Recognition Market” reveló que para el año 2022 el software de reconocimiento facial podría generar 9,600 millones de dólares, escenario en donde el sector salud, seguridad y retail han invertido más, según dicho estudio.
