Parece broma, pero no lo es; y parece todo lo contrario, vivimos una comunicación corta o manejada de muchas formas en las que parece que las prioridades son pocas y la conversación pareciera nula.
Vemos en las noticias, como acciones de cierta forma irracionales se apoderan de las personas y de los conflictos a todos los niveles, desde lo más simple hasta lo más complejo. Solo vemos dolor y pocas conversaciones que hagan que este dolor sea menor cada día.
Y esto no tiene que suceder en otros países, esto es un problema que parece estár en todos los lugares, desde la naturaleza más profunda de la comunicación hasta temas más complejos como las empresas, los gobiernos, etc.
Hace unos días daba un seminario hablando de la importancia del servicio al cliente, y conclusiones básicas de dicho seminario era que lo más importante de un buen servicio, es escuchar, si, escuchar a los demás, que seguramente serán nuestros Clientes, Futuros Clientes, o Colaboradores. No importa el ramo en donde te desarrolles, importa la persona que esta enfrente de ti. Aunque parece un cliché, vivimos de los comentarios de la persona de enfrente, porque por ellos, podemos hacer algo mejor de lo que tenemos. Y que digo de las marcas, estas, no vivirían de los comentarios y las reseñas de los clientes. Seria tonto pensar en no hacerles caso y seguir ahí, con estrategias frías que no nos lleven a los lugares que los consumidores desean.
Y preguntémonos en estos momentos, en que el mundo en que vivimos una de sus fases más oscuras de esta época: las personas en general, ¿están siendo escuchadas?
Y viendo esto, buscando reflexionar, te pregunto: ¿escuchas a la gente a tu alrededor? ¿Tomas en cuenta sus comentarios? ¿Qué haces por entenderlos? ¿Qué sigue después de esto?
¿Cuántas organizaciones hacen todo por entender a sus colaboradores?, en esta época, cada vez más, buscan adaptarse al nuevo mundo y sus ideales, por ejemplo, el “home office”, tan mentado y discutido por las nuevas generaciones, pero hablando en perspectiva y empatía holística. Me gustaría también preguntarme, y ¿Qué hacen los colaboradores por escuchar a las empresas? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿sus necesidades como empresa?, ¿Qué necesitan de ellos? ¿los escucha? etc.
Entonces, ¿No sería un mundo mejor si el dialogo también fuera de ida y vuelta?
¿Y qué hacer?, vale la pena reflexionar que estamos haciendo en nuestro entorno, casa, oficina, etc. Aquí te dejo algunas preguntas básicas que pueden ayudarte a definir qué tanta empatía tenemos como llave para entablar una comunicación más profunda y duradera:
- ¿Qué tantos prejuicios ponemos al entablar una conversación o entendimiento de nuestro interlocutor o persona que tenemos enfrente?, cuantas veces clasificamos a una persona por su envergadura o forma de ser, sin darnos la oportunidad de conocerlo.
- ¿Qué tanto nos adaptamos al ritmo de los demás? Y sobre todo que tanta apertura tenemos en conocer, entender y buscar puntos en común.
- ¿Qué tanto buscas culpables en su historia?, siempre queremos ponerles un adjetivo provocado por “algo” y no apreciamos la verdadera historia, siempre y sobre todo natural de las cosas, sobre todo faltándoles al respecto cuando no hay por qué.
- ¿Qué tanto te involucras y ayudas?, cada uno tiene una historia, necesidades y deseos en especial para construir su vida, nosotros, que tanto estamos listos para entenderlos y abrirles la puerta para que suceda.
- ¿Cómo colaboras y acompañas?, efectivamente, necesitamos entender a los demás y ver la manera de poder acercarnos a ellos, para ser también parte de su mundo.
- ¿Qué tanto damos las gracias por entenderlos?, es esencial conocer a profundidad, y agradecer que nos dan la oportunidad de entenderlos y en ese entendimiento, agradecer por lo que hacen por nosotros desde su perspectiva y esfuerzo, si no es suficiente, que mejor que conocerlos para enseñarlos a ser mejores cada día.
- ¿Qué tanto culpas su forma de ser?, y con todo respeto, mucho de esto es por ignorancia, por no escuchar sus razones, sus necesidades, sobre todo sus deseos. Tal vez escuchando antes, podrás emitir un juicio más cercano a la realidad, a su realidad.
- ¿Qué tanto nos creemos el centro del mundo?, es decir, pensar que ¿todos deben adaptarse a mí?, ¿con que calidad moral creemos eso? La historia y el mundo nos ha demostrado que la misma, no deja de escribirse, y que la sublimación del ser humano no ha llegado, por lo tanto, porque seguimos pensando que ¿somos lo mejor? Eso, no cierra la puerta al diálogo a conocernos para ser mejores.
- ¿Qué tanto provocas el optimismo en tus conversaciones?, este es un detonador para inspirar, para soñar y ¡creer! Deja a un lado el pasado, busca en tus conversaciones el “lado amable” para entablar una relación afable y llena de alegría, que solo te provoque una tranquilidad plena para creer que todo estará mejor, base real de un líder; créeme el aspecto positivo es el mejor estado y disposición del humano para hacer lo que recomiendas.
¡Escuchar! Sería la recomendación primaria, para entender al interlocutor que tenemos enfrente, para saber cómo podemos ayudarle, darle una mejor opción de lo que ahora tiene, y por qué no llevarlo a un lugar que seguramente ya viste, y que es mejor para todos.
Recuerda que las mejores conversaciones entran por los sentimientos o el “corazón” si lo vemos desde el punto más poético. Y ese mensaje, seguramente llegará al cerebro o la parte más racional, con una “recomendación” clara de “escúchalo, vale la pena”
¿Cómo dejo de tener empatía? Fácil, solo ve por tus necesidades y deja que los demás no existan, que solo tus deseos sean prioridad. Pero te aseguro que habrás hecho una barrera tan grande, que ni la luz del sol pasara.
Escuchar, para muchos filósofos es un arte; observar para un artista plástico es un básico, mirar, entender y documentar, es para un historiador un ejercicio constante. Para un ser humano, todo esto debería ser la base para hacer diario un mundo mejor.
Al final, todo esto es la imagen de nuestras acciones y de lo que queremos hacer, para nosotros mismos y para los demás.
Y tú, ¿cómo construyes tu imagen?