La competencia entre marcas al interior de un punto de venta, lejos de aminorarse, se ha intensificado, realidad motivada no solo por una mayor cantidad de productos y fabricantes que participan en una misma categoría, sino también por las estrategias de marketing que cada proveedor aplica para ganar visibilidad, atraer la mirada y atención de los clientes, todo ello con la finalidad de terminar en un ticket de compra.
Al ser la tienda física un punto de contacto clave, además de un sitio donde un alto porcentaje de personas aún toman su decisión final de compra, es vital que las marcas se hagan presentes con suficiente stock en un espacio privilegiado dentro del anaquel, al igual que con acciones de mercadotecnia que impulsen su promoción, entre las que destaca el packaging.
Es un hecho que contener, proteger y presentar el producto son las funciones básicas de un empaque, mismas que se mantiene al día de hoy. Sin embargo, la personalización, una mayor preocupación por el medio ambiente, necesidades diferentes del consumidor, la exigencia de valores agregados y la convergencia entre tácticas online y offline, han provocado que los envases de ciertos productos innoven no solo en términos de calidad, sustentabilidad y diseño, sino también en materia de nuevas tecnologías que le permitan al target interactuar con sus marcas favoritas por medio del packaging.
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