La disciplina y la consistencia en los negocios son puntos claves en el éxito de ellos. Ambas van ligadas y se encuentran interrelacionadas. Podemos decir que un negocios es consistente cuando sus acciones son coherente, y esto tiene mucho más sentido si pensamos con un horizonte a mediano y largo plazo.
Si lo queremos ver desde otro ángulo, muchas de las grandes marcas han sido a lo largo del tiempo consistentes en lo que se refiere a su estrategia y a su comunicación, probablemente con diferentes tipos de ejecuciones, pero consistentes con sus pilares y en su esencia estratégica.
Pocas son las empresas que se dan tiempo para que las cosas sucedan; vemos negocios que dan bandazos, no le dan tiempo a que las estrategias contribuyan a lograr los objetivos. Vienen cambios de rumbo constantes que desorientan a toda la organización. La respuesta por lo general es “que no está jalando”, pero la pregunta debería de ser; “ ¿le diste tiempo?”. Y en consecuencia, vemos a un gran grupo de empresas que se dedican a “apagar incendios”, con todas las ineficiencias que esto genera, principalmente en tiempos y costos.
Si uno de los principales objetivos estratégicos que tiene una empresa es buscar alinear a la organización con los objetivos, entonces es de vital importancia lograr una interrelación de estos elementos.
Por otro lado, tenemos que tener en cuenta la disciplina como punto clave del éxito en una organización. Esta cumple un rol muy importante, aunque a veces esta palabra asuste o se le relacione con entidades castrenses. Hay que analizar cómo nos impacta en los procesos de trabajo. En un artículo que leí en alguna oportunidad, definían el concepto de disciplina como el acto de mantener una conducta ordenada en un entorno organizacional. No puedo estar más de acuerdo con dicha definición. Si algunas empresas se pusieran analizar a conciencia, les aseguro que se van a llevar sorpresas de todo lo que se puede lograr, tanto en eficiencias en sus procesos de trabajo, así como los grandes ahorros que van a tener.
En un artículo publicado en Wharton School of Management comentan que tienen un intercambio con el FBI en Virginia, donde se forman sus agentes. A cambio, los militares envían algunos de sus miembros a hacer un MBA en Wharton. Interesante y más aún cuando dicen que “Muchos de sus estudiantes que vienen de la consultoría son muy buenos en crear consensos, sin embargo demoran la toma de decisiones. Los Marines están formados para decidir y actuar rápidamente.
