Durante el último trimestre del 2016, y a propósito de Navidad y Reyes Magos, vimos con enjundia las diferentes estrategias de Marketing Promocional y Below The Line llevadas a cabo por los retailers y marcas para cautivar a los niños y convencer a los padres.
Las acciones iban desde anexos en el punto de venta, pautas en diferentes medios, contenidos en redes sociales y por supuesto la posibilidad de que los pequeños consumidores interactuaran con los juguetes, los tocaran, probaran y jugaran con ellos.
Nada más atinado por parte de los retailers, pues hoy día los niños deciden y participan en la decisión sobre qué juguetes recibirán, y además esa decisión está directamente relacionada con la experiencia que cada uno vivió en la tienda y con lo que tal juguete le hizo sentir.
Al final del día, si una marca hizo su “chamba” valdrá la pena el gasto que los padres hacen en estos artículos, sobre todo si tienen más de un hijo. Esta ley también aplica para los videojuegos que desde hace tiempo son parte esencial e inolvidable en la “cartita para los reyes”.
De acuerdo con el último estudio de Navidad, realizado por Kantar TNS, en el 2016 hubo un incremento en la preferencia que se tiene por los videojuegos: un 25% en comparación con el 19% que se obtuvo en el 2015. En cambio, los juguetes, decrecieron de 58% a 45%, aunque esto no merma su relevancia en la industria ni para las marcas insertas en la categoría.
En entrevista, Jesús Gallegos Salgado, director de Mercadotecnia de Grupo Famosa México, aseguró que la industria del juguete seguirá siendo competitiva en el país, pero para ello las marcas deberán apostar por estrategias 360º y por acciones concretas que impulsen la fuerza de venta, “el que no exhibe, no vende”, expresó.
A su vez, los retailers tendrán que fortalecer su servicio al cliente. En opinión de Erik Peña, director de Mercadotecnia de Build-A-Bear, el desarrollo de un retailer está anclado con la experiencia que los consumidores vivan en la tienda y con un servicio satisfactorio.
Estamos acostumbrados, por desgracia, a que nos traten mal. Hay que hacer todo lo contrario: dar un excelente servicio y hacer que los clientes se sientan especiales desde el momento en que entran a la tienda. Hay que hacerles el día, incluso si no te compran nada.
Ahora bien, la industria del juguete está compuesta por PyMES y grandes empresas de renombre e historia. Su producción y/o venta de juguetes responde a coyunturas, temporadas, uso de licencias y al lanzamiento de otros productos que inmiscuyen a ciertos personajes de ficción y del mundo del entretenimiento.
En el caso de México, la política, la economía y las condiciones geográficas han convertido al país en un importante destino de inversión, de ahí que grandes marcas internacionales de juguetes edifiquen plantas productivas en diversas regiones de la República Mexicana.
Mattel, por ejemplo, ha invertido desde el año 2008 más de 534 millones de dólares en el rubro del juguete en el país, según la revista Merca 2.0. Lego, por otro lado, también realizó una inversión de 125 millones de dólares para que su planta mexicana sea una de las más importantes en el mundo.
En la actualidad, México es clave para este rubro. La Secretaría de Economía dio a conocer que durante el 2015, la industria del juguete generó 2,335 millones de pesos al Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
No se espera menos del 2016, ya que, por un lado, Navidad y Reyes Magos son las temporadas más activas para las marcas de juguetes (al igual que para las bebidas espirituosas).
Y, por el otro, los videojuegos para dispositivos móviles y la creación de juguetes que incorporan cada vez mayor contenido electrónico, pero vinculados con las licencias del momento, marcaron tendencia y ocuparon la preferencia del target.
A pesar de que el mercado mexicano representa una gran área de oportunidad para las marcas de juguetes, así como China y Brasil que acorde con la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU) también son cruciales en el desarrollo de esta industria a nivel mundial, hay que tomar en cuenta que el 2017 será un año complicado debido a factores externos, como es la toma de posesión de Donald Trump en Estados Unidos, que se llevará a cabo el 20 de este mes.
