En lugar de hacer anuncios publicitarios y enviar tarjetas navideñas, la agencia TBWA de Toronto, Canadá decidió hacer felices a los hijos de sus clientes al crear los juguetes que los niños sacaron de su imaginación.
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La dinámica consistió en enviar a los niños una hoja de papel y un paquete de plumones y lápices para que los peques dibujaran el que a su consideración era el juguete más impresionante. Después los dibujos eran devueltos a la agencia, y en específico al Laboratorio del Juguete, lugar donde los juguetes de los niños eran creados mediante impresión 3D.
Una vez que impreso los juguetes, éstos eran enviados a los niños. Checa esta ingeniosa campaña: