A poco más de una semana se llevará a cabo en México una de las ventas especiales más importantes para la economía nacional: el Buen Fin, iniciativa creada por el Gobierno y el sector privado, la cual se realiza desde 2011.
Al tratarse de una temporada en donde en tiendas físicas y digitales ofrecen diversas promociones en mercancía seleccionada, las compras no planeadas o gastos excesivos pueden darse. Solo para la edición de 2018 se ha pronosticado un gasto promedio de 5,000 pesos.
En este sentido, y para generar conciencia sobre la forma en cómo se adquieren bienes y servicios durante el Buen Fin de este año, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), sugirió a los mexicanos que consideren, como primera opción de promoción, el descuento directo, por encima de los meses sin intereses.
Durante esta venta especial, pagar mediante mensualidades puede representar una oportunidad de comprar productos de alto precio e ir liquidando a plazos, para que de esta forma el efectivo total no tenga que pagarse en una sola emisión. No obstante, si no se tiene un control de las adquisiciones bajo esta modalidad y hay atraso en los pagos, puede generar un endeudamiento importante, según indica la propia Condusef.
A través de un comunicado, esta comisión informó que pagar en plazos de 6,12,18 e incluso hasta en 48 meses es una de las promociones más recurrentes en cada edición del Buen Fin, aplicables para aquellos clientes con tarjetas de crédito.
Cabe destacar que el año pasado, este esquema de pago a plazos representó el 57 por ciento del total del crédito otorgado, de acuerdo con dicho organismo.
Datos de la Secretaría de Economía y la Hacienda y Crédito Público, indican que para la edición de este año la derrama económica estimada llegaría a los 97,000 millones de pesos, cifra que incluso podría alcanzar hasta los 100,000 millones de pesos. Con cualquiera de las dos cifras se estarían superando los 93,000 millones obtenidos en 2017.
