Por Paco Santamaría
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El reto no estaba nada fácil. Nos llamaron para diseñar un evento que sorprendiera a sus clientes. El esquema del evento comercial para prospectar clientes nuevos y fortalecer relación con las cuentas clave. Esto es una responsabilidad fuerte para la agencia de mercadotecnia BTL que diseña la estrategia del evento. Porque, no sólo tiene que ser un suceso vistoso, también rentable, que el retorno de la inversion se vea reflajado en el incremento de la cartera de clientes de la empresa que lo organiza y que convoca.
Entonces es cuando surge la pregunta: ¿Qué hacemos para que sea un concepto atractivo, pero que al mismo tiempo sea un evento que comunique? Que permita a los actores de la empresa que lo organiza lo capitalicen para generar nuevas relaciones o consolidar las que ya están iniciadas.
El más común de los sentidos
Lo que tenemos en la mesa: Una empresa emergente en México de estudios de mercadotecnia como Kantar Word Panel, un presupuesto de más de 200 dólares por persona para una convocatoria de 150 personas. Por el momento, sólo esto. Me senté con Antonieta que trabaja conmigo en la agencia, nos quedamos mirando uno al otro y de pronto ella me dice: ” ¿Qué no llevamos la relaciones públicas de ocho restaurantes? ¡tenemos que aprovechar esto!” . Parte de la agenda en el evento es comunicar a los invitados una probadita de las tendencias del comportamiento del comprador y nuevos nichos en el mercado para lanzar nuevos productos. Este año vienen mucho los hábitos de alimentación y las dietas sanas, en esto andan los clientes hoy día. La comida , cómo compran, cuándo compran y qué compran de comida.
El sentido común nos salvó una vez más, como siempre. Para crear un concepto ganador en la propuesta. Fácil. Usamos dos de nuestros mejores chefs, a los que les gusta dar clases y que son buenos para enseñar en público y generamos una clase y/o concurso de cocina colectivo entre todos los asistentes al evento. La agenda fue muy sencilla, primero la conferencia con las tendencias del comportamiento del consumidor y después los sorprendimos poniéndolos a cocinar y con esto logramos que los invitados, dejarán atrás la ceguera de taller y generaran empatía con los que compran su producto todos los días, además de generar una experiencia que recordarán por mucho tiempo.
De manera adicional generamos exposición a nuestro cuerpo de chefs que son nuestros clientes con sus resturantes. Un evento rentable en todos los sentidos, donde todos ganaron. A veces no hay que querer inventar el hilo negro, simplemente trabajar con los recursos que tienes a la mano y con esto generar valor. La vida es más simple de lo que parece.
