Hay un fenómeno que no se ha estudiado dentro del BTL interactivo, es el Facebook de los muertos. Cuando una persona muere ahí queda su Facebook como libreta y obituario. Pero más allá de que una joven no se atreva a escribir en el muro de su amiga fallecida, hay algo que está ocurriendo con el fenómeno social de cómo se consume y se relaciona hoy la gente. Incluso una muerta que se comunica con los suyos desde Facebook.
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Este fenómeno comienza con el génesis de Facebook y la muerte de los primeros usuarios o clientes.
El BTL interactivo es un servicio y un producto que se consume en la vida y anécdotas de sus usuarios, sin embargo, cuando uno de estos clientes muere, ¿en qué se convierte? En un obituario y en un libro de recuerdos de quienes ya no pueden compartir con él nada.
Pero justo ahí radica la falta de visión del sitio, pues Facebook fue hecho para compartir anécdotas de vida, no para continuar su consumo tras la muerte; ¿por qué no un cementerio virtual, en un mundo donde todo se virtualiza?
Esta es la complejidad de un fenómeno que se convierte en algo más propio y cercano, pero a la vez frío y distante. Se dice que Facebook ha caído en crisis. Pero los consumos se consumen y se hacen efímeros.
Cabe señalar que en el diario El Universal hacen la crónica de una chica que tenía una amiga en Facebook, y que ambas estudiaban en la UANL; después de tiempo de relación, una de ellas muere y la otra no se atreve a escribir en su muro.
Lo que no aborda esta información de El Universal, es que Facebook es un fenómeno de muerte virtual, y en cambio se limita a la nota sensible de cómo una chica extraña a su amiga y no se atreve a escribir tras su muerte.
Se debe analizar más allá. Cuando la rockera mexicana, Rita Guerrero se encontraba agonizante, ella hacía mucho uso de las redes sociales, en particular de Facebook. Recuerdo que a su muerte, muchos de sus fanáticos y seguidores comenzaron a escribirle mensajes y a enviar fotos, haciendo de Facebook un flashback, un efecto de cinta que se rebobina.
Facebook ha generado leyendas y casos de muertos que se ponen en contacto con amigos y familiares a través de la red.
Pero en realidad lo que se sabe de Facebook, es que es un libro de memoria colectiva, pero también un cementerio virtual.
