Brian Nicols, CEO global de Starbucks, anunció el regreso del refill o recargas de café y té gratis en las tiendas de la cadena de cafeterías, servicio que se dará cuando los clientes permanezcan en las sucursales con taza de cerámica o personal.
La iniciativa forma parte de una estrategia de la compañía, liderada por su director general, que tiene como principal objetivo crear una atmósfera y una experiencia de compra más placentera.
Hasta hace poco, el refill de café o té en Starbucks era únicamente para los miembros del programa de lealtad Starbucks Rewards, servicio que ahora estará disponible para clientes.
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Nuevas políticas de conducta de Starbucks
Además del refill gratis que los consumidores de Starbucks podrán disfrutar, la marca de retail también ha hecho recientemente otras modificaciones en la operación y servicio de sus tiendas. Una de ellas tiene que ver con el acceso a los baños. Para que las personas puedan acceder a este espacio, es necesario que compren algo no solo para usarlos, sino también para poder permanecer dentro del establecimiento.
La entrada en vigor de dicha política fue el pasado 27 de enero, fecha en que los gerentes de las sucursales de la empresa dispusieron de 40 horas para alistar los puntos de venta y al staff con sesiones de capacitación.
De acuerdo con la compañía, el tiempo de capacitación se usó para preparar al personal para la implementación de nuevas prácticas, cómo preguntar a los clientes si quieren que su bebida sea para llevar o tomar en el lugar, así como para ofrecer el refill gratuito cuando dispongan de consumir los productos en el mismo establecimiento.
Cabe señalar que estos cambios internos y con su servicio al cliente se dan luego de un descenso en las ventas del retailer, reportado a finales de 2024, así como ante una caída del precio de sus acciones.
A finales de 2024, Brand Finance publicó su top ten de los restaurantes más valiosos del mundo. En esa lista, Starbucks lideró tras haber registrado un valor de 60,700 millones de dólares.
En este mismo listado también figuran marcas como McDonald’s y KFC, restaurantes que ese año tuvieron un valor de 38,000 y 14,200 millones de dólares, respectivamente.
