- Los desafíos ambientales vinculados al plástico se fundamentan en dos aspectos cruciales: su prolongada persistencia en degradarse y la compleja composición química que los constituye.
- Según informes de la Fundación Aquae, el impacto es alarmante: Una bolsa plástica común, empleada para las compras, requiere aproximadamente 150 años para degradarse; mientras que las botellas plásticas, comunes en los supermercados, pueden tardar más de 1.000 años en descomponerse por completo.
- Anualmente se fabrican más de 100 millones de toneladas de este material, exacerbando la contaminación ambiental en lugar de disminuirla.
A medida que el impacto de los plásticos en el medio ambiente se vuelve más evidente, las soluciones innovadoras de packaging sostenible están ganando importancia como nunca antes. Desde tecnologías de reciclaje mejoradas hasta recubrimientos de barrera de origen biológico, las últimas tendencias e innovaciones, que prometen dominar el 2024, en materia de envases sostenibles están cambiando las reglas del juego.
Mientras las empresas exploran nuevos métodos de reciclaje e incorporan más materiales reciclados en sus productos, el cambio hacia una economía circular está impulsando cambios a nivel industrial. Y es que la economía circular tiene como objetivo minimizar los residuos y la contaminación manteniendo los recursos en uso durante el mayor tiempo posible.
Este enfoque maximiza el valor de los materiales, promueve el reciclaje y la reutilización y, en última instancia, reduce la demanda de recursos vírgenes. Como resultado, incorporar materiales y diseño sostenible en las soluciones de packaging es esencial para un futuro más ecológico.
En el próximo año, y más allá, varias tendencias innovadoras de vanguardia desempeñarán un papel fundamental a la hora de impulsar la evolución de los envases de plástico sostenibles. Estas tendencias están dando forma al futuro del packaging sostenible, ofreciendo opciones más ecológicas y alentando a las empresas y consumidores a tomar decisiones más responsables en lo que respecta a los materiales de packaging.
Recientemente, Zoé Water anunció su nueva botella hecha 100 por ciento a partir de plástico reciclado y sus planes para, en los próximos meses, incrementar gradualmente la parte de su producción que se envasa en botellas de este material. De esta manera, la marca mexicana se une al trend de generar un impacto positivo con el medio ambiente a través de su packaging.
“Como parte de los esfuerzos para el cuidado del medio ambiente, este año todas las botellas de Zoé Water Clásica de 900 ml estarán hechas 100 por ciento de plástico reciclado de otras botellas; y para finales del 2024 será más del 60 por ciento de todas las presentaciones del portafolio de Zoé Water. Adicionalmente, nuestra nueva botella no tendrá etiqueta, reduciendo todavía más los residuos plásticos”, dijo Mariana Cervantes, Head of Marketing de Zoé Water.
Y justo hablando de etiquetas, este mismo año, Bonafont de Grupo Danone lanzó también su primera botella sin etiquetas, fabricada totalmente con otras botellas recicladas. La innovadora botella también fomenta una economía circular, asegurando que el plástico se mantenga dentro del ciclo de reciclaje durante períodos más extensos, brindándole una segunda oportunidad.
Al estar fabricada con plástico reciclado, reduce considerablemente el uso de plástico nuevo, alineándose con los principios de la economía circular y mitigando su impacto en el medio ambiente. Además, al eliminar las etiquetas, se proyecta un ahorro de 5.3 toneladas de plástico al año, según las previsiones de producción solo de este 2023.
La innovación impulsa un futuro más verde en los envases de plástico, y la colaboración entre industrias y consumidores es vital para promover la sostenibilidad y una economía circular.
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