¿Cuál vale más, la agencia BTL más grande y con cuentas más importantes, la agencia que cobra menos, la que cobra más, la que ha ganado más premios o la que puede aportar más valor a tu marca?
¿Quién vale más, el director de marketing con más estudios de posgrado, el que tiene más experiencia, el que cobra menos, el que ha trabajado en compañías transnacionales, el que tiene el CV más adornado o el que podrá aportar más valor a la compañía?
¿Quién ofrece mayor valor, el becario con las mejores calificaciones o el que aportará al equipo de marketing desde el primer día ideas valiosas y ejecutables?
Sin duda, muchas agencias y compañías siguen tomando decisiones de manera cuadrada y por ello tienen resultados cuadrados, no es de extrañar. He visto como en muchas ocasiones no se contrata a gente talentosa, que puede aportar muchísimo valor a la agencia o empresa, simplemente porque los candidatos no cumplen con requisitos que deberían ser tan irrelevantes como lo es el rango de edad, el género o la experiencia justo en la misma industria (a menos que quieran a alguien que haga en su compañía lo mismo que hacía en su competencia, claro está).
He visto también como muy buenas agencias no han sido consideradas por no pasar la prueba del compadrazgo, por cobrar más (aun cuando su trabajo lo valga y sea un precio justo), o simplemente, porque “¿Para qué probar? Si ya tenemos a la misma agencia que no ha ofrecido nada nuevo en años e incluso, ha menguado en su calidad de servicio”.
Como sabemos, el tamaño de una agencia o la experiencia en compañías trasnacionales no son garantía de resultados. Pues así como en todos lados hay talento si se sabe buscar, también en todas partes hay desencantos.
Pero, ¿cómo saber qué candidato o proveedor puede aportar más valor y no sólo perdernos en la fachada?
Básicamente, existen dos formas de averiguarlo:
1. Conocer qué logros ha tenido el candidato o proveedor en cuestión. En el caso de un candidato, me refiero a logros personales. En el de una agencia, a casos de éxito comprobables con sus clientes, sean éstos últimos grandes o pequeños.
2. Evaluar qué podrían aportarte en determinada situación. Con una propuesta concreta que puedan presentar detalladamente y con base a su experiencia, conocimientos, pero sobre todo, talento.
