A partir de 2020, Adidas era la tercera marca de ropa más grande del mundo, con un valor de marca de 16 mil 500 millones de dólares. La empresa es también una de las compañías de ropa, accesorios y calzado deportivo más valiosas del mundo. Y su logotipo de tres franjas, se utiliza en los diseños de la firma como ayuda de marketing.
Adidas es un patrocinador activo en diferentes ámbitos del deporte, pero en esta ocasión, tras los acontecimientos suscitados en Ucrania, anunció haber suspendido su patrocinio con la Federación Rusa de Fútbol según palabras de un portavoz.
“Adidas suspende con efecto inmediato su patrocinio con la Federación Rusa de Fútbol”, explicó la empresa, que realizó en 2020 el 2,9 por ciento de su cifra de negocios en la región de Rusia, Ucrania y países de la antigua URSS. Después del llamamiento hecho el lunes por el Comité Olímpico Internacional (COI) para excluir a los deportistas rusos y bielorrusos de las justas deportivas internacionales, se han derivado múltiples sanciones.
La organización del Mundial de Voleibol le ha sido retirada a Rusia y sus patinadores, conocidos mundialmente, no podrán competir “hasta nueva orden”. Con su llamada a “no invitar o permitir la participación de atletas y de representantes oficiales rusos o bielorrusos en competiciones internacionales” y la retirada de toda distinción olímpica a sus altos responsables, incluído Vladimir Putin, el COI ha roto con su larga tradición de no intervenir en los debates políticos o geopolíticos.
La FIFA y la UEFA reaccionaron inmediatamente, excluyendo a Rusia del Mundial, en el que debería haber disputado la repesca contra Polonia el 24 de marzo. Tras un largo silencio, la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) anunció que iba a confiar a otro país la organización del Mundial, previsto para agosto y septiembre. La FIVB estaba bajo presión después de que Francia y Polonia, campeón olímpico y mundial respectivamente, anunciaran el boicot a la competición si no se cambiaba la sede.
Siguiendo la directriz del COI, World Rugby anunció la suspensión “hasta nuevo aviso” de Rusia y Bielorrusia en un comunicado de “condena de la agresiva invasión de Rusia a Ucrania”. Esta suspensión implica que la selección rusa, en la fase final del clasificatorio europeo, no podrá participar en la Copa del Mundo de 2023 en Francia.
Sochi es un símbolo del uso del deporte para ganar influencia política. Ciudad anfitriona de los Juegos de Invierno en 2014, albergaría el Gran Premio de Rusia de Fórmula 1. Pero no será el caso esta temporada: el promotor de la competición decidió su anulación. La escudería estadounidense Haas, por su parte, decidió no lucir los colores rusos de su patrocinador Uralkali en sus monoplazas.
El futuro en la F1 de Nikita Mazepin, hijo de un dirigente de Uralkali y que debía pilotar uno de los dos coches de Haas, está también en el aire.
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