Un evento es una oportunidad para que una marca comunique los mensajes que considere relevantes para su público. De hecho, debería considerarse una herramienta fundamental para todas las empresas, ya que gracias a la interacción que se genera en este tipo de espacios, los consumidores pueden conocer los beneficios que tienen las marcas para ellos.
Sin embargo, antes de organizar un evento es importante que el responsable se cuestione lo siguiente: ¿La marca necesita un evento? La respuesta tiene aún más trascendencia. Porque si no tiene algo que contar este esfuerzo será en vano, por otro lado, no tendrá el impacto deseado.
Objetivo del evento
Por tanto, es importante saber a quién se tiene planeado atraer y con qué objetivo. En función de estos factores se podrá conocer si la realización de un evento es relevante para la marca. Por tal motivo, es obligatorio contestar la pregunta anterior. Una vez conociendo al público objetivo y el mensaje que se desea comunicar se puede comenzar a planear un evento de marca.
Logística
Para comenzar se puede analizar si el evento funcionaría mejor en un hotel, en un centro de convenciones, en una sala de juntas, etc. También se puede estudiar si es buena idea tener expertos en alguna tema, autoridades de diferentes sectores, clientes, prospectos, público en general, etc.
Actividades
Finalmente, se deben programar las actividades que se realizarán durante el evento, así como el diseño de los mensajes que se desean comunicar al público. Por supuesto, no debe faltar el diseño de la experiencia de marca que se quiere ofrecer, ya que sin esto último difícilmente se podrá impactar al público.
Entonces, si se cuenta con los elementos antes mencionados, los consumidores o el público objetivo recibirán de una mejor manera los mensajes. Obteniendo así feedback de su parte, que se puede reproducir a través de comentarios positivos, ventas ,menciones en redes sociales o alguna recomendación futura del evento.