La semana pasada se desató una campaña para boicotear a empresas estadounidenses bajo el hashtag #AdiosStarbucks, donde se incitó a los mexicanos a no consumir productos de empresas norteamericanas en protesta ante las amenazas del presidente Donald Trump.
Ante esta campaña de no comprar nada que venga de Estados Unidos, ¿por qué no es recomendable boicotear a marcas extranjeras?
El Buró de Análisis Económico del Departamento de Comercio de Estados Unidos reveló que, en 2014, las empresas norteamericanas dieron empleo a 1.29 millones de personas en México, mismas que año con año se vuelven más relevantes, ya que de 2009 a 2014 el número de trabajos que compañías estadounidenses creció alrededor de un 33 por ciento.
Si este boicot que fue tendencia en redes sociales hace unos días se hiciera realidad, lo único que lograríamos es cumplir lo que Donald Trump persigue: sacar empleos de México y llevarlos a Estados Unidos.
Relación bilateral y comercial
Las compañías norteamericanas representan una fuente importante de empleo formal en México. De los más de 17.2 millones de trabajos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 7.4 por ciento de ellos provienen de empresas norteamericanas.
Aunado a esto, las ventas de multinacionales estadounidenses en nuestro país han pasado de los 167,483 millones de dólares a 253,399 millones de dólares en un periodo de seis años.
Tal es el caso de empresas como Starbucks, Burguer King y otras que pertenecen a Grupo Alsea, empresa mexicana que, luego de la campaña en contra del retailer, aseguró en un comunicado que sus 560 puntos de venta distribuidas en varias ciudades del país emplean, aproximadamente, a casi 7 mil personas, además de brindar seguridad social a sus empleados, pagan impuestos e invierten en desarrollo de talento, investigación e innovación en México, según lo indicó Alsea en dicho comunicado.
Terminar la relación comercial con Estados Unidos no es cosa sencilla, ni habría de conseguirse de un día para otro.
De acuerdo con información de la Secretaría de Gobernación (Segob), en 2015, el comercio bilateral entre México y Estados Unidos superó los 532 mil millones de dólares, consolidándose el país vecino del norte como el primer socio comercial de México, ya que concentra el 64 por ciento del comercio total y el 80 por ciento de sus exportaciones.
Evitar que empresas extranjeras inviertan en nuestro país no resulta ser algo viable por todas las repercusiones económicas, laborales y de inversión que tiene la presencia de compañías multinacionales en México, por lo que concebir la postura de Trump como una oportunidad de crecimiento, más que como una amenaza, hará que la economía interna se vea favorecida y también se impulse la creación de empresas mexicanas que sigan empleando y aportando al PIB nacional.
