A este contexto sumemos que el año pasado estuvo lleno de contrastes como una inflación históricamente baja, un crecimiento del PIB mejor del esperado, pero con una confianza del consumidor a la baja por un pesimismo ante la salud del país.
Todas estas situaciones nos llevan a preguntarnos ¿Qué nos depara 2016? Nadie tiene una bola de cristal para saberlo, pero estamos seguros de que nuestro mercado tendrá otro año de mucha actividad y dinamismo. Mi postura frente a ciertos temas que me parecen críticos.
- Mayor incremento del PIB: como consecuencia de las reformas estructurales y de la salud de la economía mexicana, el crecimiento puede estar por arriba del logrado en los últimos 3 años (el consenso de hoy es de 2.8%). Esto es positivo ante el panorama global e incluso de Latinoamérica.
- Incrementos de precios mayores en consumo masivo: los precios de los productos de consumo masivo en parte de la industria tendrán un impacto como efecto de la depreciación de la moneda mexicana. Muchos fabricantes dependen de insumos que se han encarecido más de un 30% en los últimos meses. Este incremento obligará a un fuerte control de costos y seguramente a un ajuste en los precios. Este aumento superará el 4%.
- Confianza del consumidor sin mayor recuperación: Seguirá débil, porque el efecto del mayor crecimiento del país todavía no se refleja en el día a día del shopper, y seguramente pasará algo más de tiempo para que el mexicano promedio vea un impacto de las reformas y en su economía personal.
- Mayores ajustes al salario mínimo: Se ha tenido un debate interesante y serio. Seguramente este año tendremos un acuerdo político/económico que permita un ajuste a los salarios mayor a la inflación para los próximos años.
- Gasto de los hogares más activo: Se activará el gasto del hogar a un ritmo mayor a lo mostrado en los últimos años, como consecuencia de un mejor dinamismo económico. Si se presenta un incremento de precios muy importante, seguramente esta recuperación del gasto será menor.
- Cambio de hábitos de compra: Menos viajes de compra, pero tickets más altos. Este cambio refleja también un mejor escenario de consumo (o al menos más estable). De la mano de este efecto, los autoservicios deberían seguir ganando terreno en el mercado.
- Afectación en visibilidad de las marcas por apagón analógico: No hay todavía claridad sobre el efecto real en el mercado del apagón analógico, pero seguramente podría implicar cambios en el rol de la TV y la activación de las marcas. Ya es una realidad en el país y efectivamente una parte no menor de la población se quedó sin TV. La TV sigue siendo el medio masivo por excelencia y que ofrece la mayor cobertura para la comunicación de las marcas con los shoppers. Seguramente ciertas marcas pueden verse afectadas en términos de top of mind y de recompra.
- Potencial cambio en estructura de retailers: Dada la compra de Comercial Mexicana por parte de Soriana y dependiendo de la estrategia que defina, este grupo podrá consolidarse en el mercado mostrándose como un fuerte rival de Walmart. Si la estrategia no rinde buenos resultados, tendremos a un grupo Walmart más fuerte. Esta adquisición al menos abre la posibilidad de un cambio en el escenario competitivo del secto.
- Amazon como driver de e-commerce: Impulsará el desarrollo del e-commerce en México, todavía con bienes duraderos más que con productos de consumo masivo. Amazon será un acelerador de este canal de compra en 2016.
Tendremos otro año muy activo e interesante. Hay muchos factores que podrían mover el mercado en uno u otro sentido, por lo que debemos estar midiendo estos cambios con oportunidad para tomar las mejores decisiones para nuestros negocios.
