Estamos próximos a terminar el primer trimestre del año, y ya comenzaron desde hace un tiempo los recortes presupuestales, con los impactos y ajustes que esto ocasiona.
Todo lo que planeamos se trastoca, entramos en un espiral y comenzamos a preguntarnos de qué nos sirvió dedicarle tanto tiempo a nuestro proceso de planeación, si recién está comenzando el año y ya tenemos que hacer ajustes y cambiar cosas. Eso sí, los objetivos del año no cambian.
Tenemos que PENSAR DIFERENTE. Hay que desarrollar acciones inteligentes, muy enfocadas. Tenemos que acercarnos más a los clientes, trabajar de la mano con ellos y desarrollar acciones que generen valor para ambas partes. Desarrollar TRAJES A LA MEDIDA.
Hay que lograr que nuestras juntas de trabajo dejen de ser rutinarias y sean mucho más efectivas; que se tomen decisiones en equipo, consensadas y alineadas a lo que queremos lograr.
Personalmente, me gusta desarrollar los planes tipo LEGO, de tal manera que cuando se nos presenten este tipo de situaciones, podamos tomar decisiones muchos más pensadas y coherentes. Para sorpresa de muchos, los ciclos de ventas se están haciendo más largos, con tasas de conversión mucho más bajas. Por eso, es importante que nuestro horizonte sea claro.
Los modelos comerciales rígidos no aportan; los procesos de trabajo nos ayudan, pero debemos ser flexibles y adaptarnos a los cambios: – PENSAR DIFERENTE – tener libertad para tomar decisiones y no estar sujetos a un sistema rígido. Hay que INNOVAR en nuestro trabajo y EJECUTAR correctamente.
No hay que perder de vista hacia dónde vamos y lo que queremos lograr. Hay que apoyarnos con herramientas tecnológicas que hagan nuestro proceso de gestión mucho más eficiente y duradero.