Para mostrar las consecuencias que los cohetes pueden traer, el Ministerio de Emergencias y la agencia TDI Group en Bégica trabajaron en una estrategia de Marketing Directo, cuyo objetivo es comunicar a los niños sobre los efectos negativos de jugar con petardos ilegales.
La agencia diseñó una mano de papel y en cada dedo colocó el teléfono del Ministerio de Emergencias. Los pequeños podían arrancar la extremidad para obtener el número telefónico y al mismo tiempo mutilar la mano.
La idea era que los niños llamaran en caso de emergencia o recibieran más información sobre los peligros de estallar petardos.
La mano de cartón fue llevada a escuelas, bibliotecas, parques y sitios que los pequeños belgas frecuentan.