Siempre lo digo, gasta tu dinero en experiencias y no en cosas.
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Y que mejor experiencia que viajar; cuando uno viaja disfruta de una experiencia multi sensorial que esta siendo desaprovechada por el marketing turístico. Los olores, colores, sabores, texturas y sonidos de cada país, ciudad o pueblo son únicos e inigualables.
Algunos países del mundo han sabido aprovechar ciertas esculturas, estatuas, museos, paisajes naturales, gastronomía, historia y hasta calles para promoverse así mismos como destinos turísticos.
Una ciudad que acabo de tener la fortuna de visitar por segunda ocasión y llama mucho mi atención en cuanto a marketing experiencial y turístico es Amsterdam. En sí la ciudad es una ciudad muy bella, con construcciones clásicas del siglo XVI y XVII y canales que atraviesan casi toda la ciudad. Mismos en los que se puede disfrutar de un paseo en lancha con la familia o amigos muy al estilo de Venecia. Además de contar con el museo de la casa de Ana Frank, museo de Van Gogh y la experiencia Heineken. Sin embargo Amsterdam no es mundialmente conocido por estas atracciones. Lo que llama la atención de todos los turistas y curiosos son las famosas Coffee Shops y el Red Light District, lugares en donde se pueden encontrar dos de las cosas mayormente prohibidas y por lo tanto llamativas en el mundo, Sexo y Drogas.
Me atrevo a decir que un 80% ó mas de las personas que caminan por las calles de la cuidad son turistas. ¿Por que? Por que a las personas nos gusta lo prohibido.
Recordemos que lo fácil aburre, lo difícil atrae y lo prohibido obsesiona, y que mejor que ir a un lugar en donde se pueden hacer cosas “prohibidas” sin que nadie nos diga nada.
Al legalizar el consumo de marihuana y el trabajo de las sexo servidoras, Amsterdam se convirtió en uno de los principales destinos turísticos del mundo, recibiendo a más de 9.9 millones de visitas al año. Así de fácil.
En mi humilde opinión, cualquier lugar del mundo podría llevar acabo la misma estrategia de Amsterdam y con ello incrementar el turismo y disminuir los niveles de delincuencia y desempleo.
Lo cierto es que los holandeses nos han demostrado que son muy buenos en marketing emocional y han transformado su principal ciudad en una experiencia única. “I Amsterdam”