No basta con que un producto cumpla las necesidades del cliente, sino que también es importante que disponga de una serie de cualidades tanto en su fabricación como en su distribución. Para saber que un artículo cuenta con las características óptimas se hace pasar por una serie de estudios, entre los que destaca en análisis de valor, sobre el cual te platicaremos en las siguientes líneas.
¿Qué es el análisis de valor?
Posiblemente se una de las primera dudas que nos venga a la mente al escuchar el término. Tanto la Asociación Española para la calidad (QAEC) como Calidad y Medioambiente definen al análisis de valor como el proceso por medio de cual se revisa o se perfila un producto (nuevo o ya existente) para revisar que cuente con las cualidades que requiere para cubrir las necesidades del consumidor y por las que está dispuesto a pagar. Parte de este estudio también se realiza procurando que los costos de producción sean los mínimos, pero, por supuesto, sin sacrificar la calidad con la que cuenta.
Dicho en otras palabras, el análisis de valor consiste en definir las características de un producto que está por salir al mercado, para que cumplan con las necesidades del cliente, mientras que su producción se tiene que llevar a cabo con costos mínimos.
El análisis de valor también se puede utilizar para un producto que ya se encuentra en el mercado. Se valorarán las características que tienen y se estudiará si tiene lo necesario para cubrir las necesidades del cliente. En dado caso de que no suceda, se tendrán que identificar las áreas de oportunidad con las que cuenta.
Cabe destacar que el análisis de valor cuenta de distintas etapas, según menciona Gestiópolis, las cuales son la identificación, información, especulación, evaluación, planificación y aplicación, registro y seguimiento.
Este tipo de análisis es importante porque ayuda a optimizar uno de los cuatro pilares del mix marketing: el producto, el cual tendrá que ser el indicado para el público que lo consume.
